domingo, 30 de diciembre de 2012

Si quieres bailamos

Estaba pensando en escribirte una canción y no me sale. Estaba yo solo, sentado, tratando de entonar. No sé qué contarte que no me hayas dicho tú primero. Tiro el cenicero y me sale todo del revés. ¿Sabes? No es lo mio hacer de florero por la vida. Pues no es mi parada en la que tengo que bajar. Nos quedan dos miradas, hagamos el amor en un instante. Hacer que nos queremos, enamorarnos dentro del vagón.
Ya no sé qué contarte, que no te haya contado ya. Ya no sé qué besarte, que no te haya besado ya. Si quieres bailamos, me pongo los zapatos y me llevas, me llevas contigo por ese mundo oscuro y desconocido del compás. Olvidarnos del tiempo perdido. Despertar y ver que aún estás.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Hay cadencias sin resolver. Se respira la tensión de una dominante que no descansa. Consecutivas. A cada cual más incontrolable. Dudas. Como si hubiese olvidado pensar en el futuro porque la situacion actual es cómoda. No pensé que llegaría este quinto grado insaciable, buscando su solución inconscientemente, solución que consciente no encuentro, porque he perdido la cordura. He olvidado la posición. No sé resolver esta cadencia perfecta, que parece más difícil que un V-I. La nota se queda en el aire. La dominante pide descanso.