miércoles, 30 de julio de 2014

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Hay cosas en esta vida que no logro comprender. Algunas pueden ser más existenciales, pero ahora mismo me preocupan las personales, el hecho de que tu libertad sea decidir a quién darle tus cadenas. Es una elección que en principio es libre, que haces por elección y que piensas que será para bien; pero al pasar el tiempo adviertes que realmente no es como lo esperabas. ¿Cuáles son los sentimientos que tengo? ¿Cuáles son los que debería tener? ¿Qué tengo que hacer? Estoy ya muy perdida y no sé cómo solucionarlo, no veo una ayuda con la que contaba. Estás en el fuego cruzado de las balas de mis expectativas. Hay cosas que no entiendo que haces, y no entiendo que yo haga otras. Esto está descompensado.

viernes, 20 de diciembre de 2013

2013

Una vez ves que va a terminar el año es hora de hacer balance. Este año podría haber sido francamente mejorable, de hecho apenas tengo recuerdos del principio, fue como una vida paralela. Me quedaré con lo que he aprendido, que enmendé el error y ahora sigo adelante, con que ahora tengo la mente abierta a hacer locuras, que es lo que de verdad te hace disfrutar de la vida, con las personas nuevas que he conocido, que son increíbles; y he aprendido a volver a valorar a las que ya conocía, que me perdonaran por la ausencia. Aprendí a dejar de esperar de los demás, a no decepcionarme, a que no me basten las palabras de escuchar tantas mentiras; pero aprendí también qué lazos son reales y siempre infalibles. Porque sinceramente, a veces me siento más sola de lo que en realidad estoy, pero ahora sé, y puedo decirlo con total certeza, que en ningún lugar del mundo podría haber encontrado amistades tan fuertes como con las que ahora mismo cuento.

jueves, 12 de diciembre de 2013


Por estos deseos locos de habitar la vida y no solo de transitarla, por esta necesidad imperiosa de saborear los sinsabores en vez de evitarlos, por esta pasión por hacer y no solo por observar, me he fracturado uno que otro hueso del alma...

C. Dickens

No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón.

PERO


El "pero" es la palabra más puta que conozco. "Te quiero, pero..."; "podría ser, pero..."; "no es grave, pero...". ¿Se da cuenta? Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era, o lo que podría haber sido, pero no es.

Luis Alberto de Cuenca

Imagino que hay veces en la vida
en que el deseo nubla los sentidos
y apetece fundir dos soledades
en una sola y construir el mundo
desde el principio, como si la historia
no contase y el tiempo y espacio
no estuviesen ahí.



sábado, 7 de diciembre de 2013

L.

Decían que todo el mundo que se le acercaba cambiaba, quería volverse como ella, perdían su personalidad por convertirse en lo que ella suponía. No era así. Las personas que se acercaban a ella no cambiaban, se liberaban, se liberaban de todos los prejuicios y convicciones que este mundo representa. Se volvían lo que ellos eran, lo que por no sé qué de esta sociedad escondían.

viernes, 22 de noviembre de 2013

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Sé que no te darás por vencido y que crees en el camino que has elegido; pero ¿qué harás si aún con todo el esfuerzo que has hecho no puedes borrar el dolor? Quiero volverme más fuerte para poder aceptar tu tristeza en cualquier momento. Busco el significado de seguir con vida. No existe respuesta a esa pregunta, así que levanto la cabeza y sigo hacia adelante.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Fases del duelo

1. Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida.
2. Enfado e indiferencia. Euforia por no poder haberla evitado.
3. Negociación. Negociación consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y los contras de la pérdida.
4. Dolor emocional. Tristeza.
5. Aceptación. Lo asumes. Te resignas.

martes, 19 de noviembre de 2013

En el anzuelo

El otro día viendo un capítulo de Como conocí a vuestra madre me di cuenta de algo, y es que siempre hemos tenido a alguien en el anzuelo y hemos estado en el anzuelo de alguien. Cuando estamos en el anzuelo de alguien lo magnificamos todo, malinterpretamos señales a nuestro parecer, según lo que queremos creer, lo que queremos pensar, lo que quisiéramos que fuese. Tenemos esa sensación de no poder estar con esa persona por el momento, como si hubiese un obstáculo que lo impide pero que no es inalcanzable, con una esperanza de que en un mágico futuro lejano de nuestra imaginación la persona comparta el tiempo con nosotros. Al final ese mágico futuro nunca llega, nunca. Y lo comprendes cuando piensas en alguien a quien has tenido en el anzuelo, porque seguro que lo hay. ¿Por qué tenemos a alguien en el anzuelo cuando no queremos nada y sabemos que no lo querremos? "Por mantener la autoestima alta", decía Robin. Puede ser que sea eso, al fin y al cabo siempre nos gusta tener a alguien detrás, pensar que le importamos a alguien nos hace sentir bien, ¿para qué vamos a apartarlo de nuestra vida? Quizá no midamos hasta qué punto le hacemos daño, o no lo queremos medir. Y es que cuando estás en el anzuelo de alguien, mientras haya viva una mínima esperanza tendremos un velo en los ojos que no nos dejará parar, porque no podemos, porque creemos que nos compensa, hasta que llega un punto en que no sé si es impaciencia o simplemente es que te das cuenta de que nunca ocurrirá nada y te frustras. Ahí es cuando te dan ganas de tirar la toalla. Y en esos casos es mejor zanjar las cosas y ser sincero, es lo menos doloroso, quizá ninguno lo quiera, porque la situación es cómoda, pero ¿para qué dejarse llevar más con dos personas con intenciones distintas? Al fin y al cabo para el que pica lo raro sería que la llama fuera a menos. Entonces me di cuenta, ahí me di verdadera cuenta de lo que estaba pasando, me quité el velo y vi que yo estoy en tu anzuelo, pero tú estás en el suyo.